Tú eres tu peor enemigo.
Nadie te va a contar más verdades que tú mismo. Sabes todos tus defectos y desmereces todas tus virtudes. Nadie puede hundirte en la más sucia miseria, como sólo tú lo sabes hacer, porque no sabes nada realmente, porque no sabes apreciar nada, porque eres tan egoísta que nadie descubre tus defectos hasta que tú mismo te los dices. Y entonces flotan como colillas en el agua, con su mismo efecto venenoso. Aún así te lo bebes, porque si hay algo que te humille más que reconocer tus propios defectos, es que otro los descubra.
Nadie te ama como tú lo haces.
Porque tú eres perfecto, porque tienes ego de sobra para mirarte al espejo, para enamorarte de tu reflejo una y otra vez cada mañana. Y tienes el amor propio necesario para creerte el “más” de cada aspecto y cuando te hacen cumplidos estallas en tu propio orgullo hinchado con más levadura de la indicada. No necesitas abuela, no necesitas a nadie porque eres un egoísta hedonista, que es capaz de llegar al punto de intentar convencer a los demás con verdades falsas sobre tu persona. Pero te mienten, todo el mundo te miente, sabes que todo el mundo te miente, pero no lo aceptas porque eso atentaría contra tu ego.
¿Eres feliz así?
No, no lo eres pero te encanta creer que sí, te encanta creer que todo te va tan bien que incluso te permites el lujo de intentar arreglar las miserables vidas de los desgraciados que ves a tu alrededor y no eres consciente, ni por un instante de que no quieren ni verte, porque eres un puto ser repelente y prepotente. Porque te amas tanto a tí mismo que rezumas esa pegajosa y maloliente autosuficiencia irreal, solo quieres ayudarles para alimentar a tu ego “solidario” y sentirte bien, para ser a quien todos acuden con problemas, para creerte imprescindible. Nadie te necesita, las personas deben arreglar sus problemas por sí mismas. Y tú deberías echar un ojo a tu vida antes de ir a decirle a nadie lo que debe hacer.
Algo maligno crece en tu interior.
Te levantas feliz de la cama, realizado contigo mismo, porque tu mierda de vida se cae a pedazos, pero has sido lo suficientemente hábil para encubrirlo todo con una bonita tela. Y vas acumulando mierda ahí debajo, hasta que ya no puedes aguantar más y buscas ayuda para sacar la basura, pero nadie te va a dar soluciones, porque son listos y saben que con ocuparse de sí mismos tienen trabajo de sobra. Así que simplemente ignoras todos tus problemas, alimenta tu ego y sigues intentando escalar una montaña resbaladiza de mentiras autoconvincentes. Y sigues viniendo a intentar convencerme de que tienes el remedio a una enfermedad inexistente.
La foto que elegiste finalmente... da un poquitín de miedo. Un gran texto, como siempre, y como ya te dije me da miedo sentirme identificada con muchas cosas U.U
ResponderEliminarUn besin cosita!